miércoles, 15 de junio de 2016

Senda de Gaia

Cuanto más te adentras en los bosques gallegos mejor puedes sentir que el pasado pertenece al culto a la naturaleza. Robles milenarios cubiertos de musgo, piedras que si hablaran tendrían tomos que decir, y una sensación de desasosiego cuando pienso que con la desaparición de los druidas perdimos una parte importante de nosotros mismos. Santiago esta cerca, así que para grabar el sabor de boca a naturaleza un oasis en el camino es ribadiso da baixo. Llegas a través de un formidable paseo entre robles, pasando un puente de piedra romano que te vigila con su único ojo , a continuación un antiguo hospital de peregrinos de San Antón transformado en albergue , el mesón y al final el albergue Los caminantes que guarda el misterio de unos ojos.


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